La Provincia más bella del mundo

Historia y vino de Montalcino.

un panorama único

Montalcino es quizás la ciudad que ha permanecido más unida a Siena en la época contemporánea: la historia se ha entrelazado durante siglos entre las dos ciudades y ha sellado un vínculo de amistad y lealtad que alcanzó su punto máximo cuando, durante la Guerra de Siena, la capital de la República fue trasladado a Montalcino.

Aquí la República continuó luchando por su libertad durante otros 4 años.

Estos vínculos también se sienten fuertemente en el idioma: aquí hay restos del sienés de nuestros abuelos, hablado entre otras cosas en la zona sur de la provincia y en las ciudades más representativas de Grosseto, Massa Marittima y en las de la costa alejada de la frontera con el Lacio.

Gracias a su maravillosa posición, Montalcino ofrece vistas que definir como fantásticas sería quedarse corto.

La cocina ofrece excelentes platos a base de pici caseros y caza bien presentada, especialmente jabalí y liebre.

Excelentes quesos y embutidos de producción local.

El vino merece un capítulo aparte: Brunello di Montalcino, uno de los vinos que mayor éxito ha tenido a nivel internacional en las últimas décadas, con productores exportando a todos los rincones del planeta.

Un lugar rico en historia y casos de éxito.

Vale la pena visitar la Rocca, vestigios de la antigua República.

En los alrededores, no olvide visitar la espléndida Abadía de Sant'Antimo, fundada por Carlomagno y maravillosa al atardecer cuando el sol la llena de una hermosa luz, una atmósfera que se vuelve aún más sensacional durante las funciones religiosas acompañadas por el gregoriano. Cantos de los monjes benedictinos.